Niños aburridos y los adultos agotados
¿Cómo transitar las vacaciones de invierno desde una perspectiva de psicología basada en evidencia?
de Lic Amparo Martínez | 10 de julio de 2025
Llegaron las vacaciones y con ellas un cambio importante en la dinámica diaria de muchas familias dado que se suspenden por un par de semanas las rutinas escolares, los horarios fijos, las mochilas, los recreos y los deberes. Desde luego esto representa una oportunidad de descanso y de disfrute, pero también puede implicar cierto desorden: más tiempo en casa sin una estructura clara, discusiones por el uso de pantallas, y una demanda constante hacia los adultos que están a cargo.
Este artículo propone una mirada basada en evidencia psicológica para acompañar dos aspectos clave de este receso: por un lado, cómo sostener a los niños cuando aparece el aburrimiento; y por otro, cómo cuidar el bienestar mental de los adultos que cuidan.
El aburrimiento no es un enemigo
En estos tiempos de hiperconectividad, el aburrimiento suele tener mala fama. Se lo ve como algo que hay que evitar o resolver rápidamente. Sin embargo, la investigación en psicología y neurociencias nos muestra otra cosa: que el aburrimiento, en dosis moderadas, puede ser muy beneficioso.
Un estudio reciente llevado adelante por Krannich y colaboradores (2023) encontró que el aburrimiento asociado a contextos de baja estimulación —cuando no hay una demanda externa fuerte ni tampoco distracciones intensas— puede favorecer la creatividad, incluso en áreas como las matemáticas, que a primera vista parecería ajenas a la imaginación libre. Además, otros trabajos han mostrado que el aburrimiento activa redes cerebrales asociadas al mind-wandering o “pensamiento errante”, lo cual facilita la generación de ideas nuevas, la exploración interna y la conexión con intereses propios (Khalaf et al. 2022). Entonces, lejos de ser una señal de alarma, el aburrimiento puede ser una invitación a la exploración espontánea, al juego libre y a la autonomía.
Acompañar sin sobre-responder
Desde una mirada contextual, podemos pensar que el aburrimiento no necesita ser “solucionado”, sino transitado. Es una emoción más dentro del repertorio humano. Validarla, ponerle nombre, permitir que el niño o la niña la experimente sin necesidad de eliminarla enseguida, es una forma poderosa de enseñar regulación emocional. Una respuesta posible podría ser: “Es entendible que estés aburrido/a, y sé que no es una sensación agradable… pero a veces, cuando nos aburrimos, pueden surgir ideas nuevas o ganas de hacer algo distinto”.
El juego libre
A veces, simplemente dejar un espacio disponible, materiales accesibles (lápices, libros, bloques, papel), y estar presente sin invadir, es suficiente. Puede sonar contra intuitivo, sobre todo cuando venimos de una lógica donde el adulto tiene que mantener ocupado o estimular al niño todo el tiempo. Sin embargo, numerosos estudios en desarrollo infantil muestran que el juego libre no estructurado es una de las herramientas más potentes para estimular la creatividad, la autorregulación y la resolución de problemas desde edades tempranas.
Según la Asociación Americana de Pediatría (AAP), el juego libre, free play, o juego espontáneo, es esencial para el desarrollo saludable de niños y niñas, tanto a nivel cognitivo como emocional y social. En un informe técnico publicado en Pediatrics (Yogman et al., 2018), se destaca que este tipo de juego promueve la autonomía, la cooperación, la capacidad de tomar decisiones y la resiliencia emocional, habilidades que no se desarrollan igual cuando el juego es completamente dirigido o estructurado por adultos. Y algo más: el juego libre también le da un respiro al adulto.
Sostener el bienestar emocional durante las vacaciones no solo es clave para los más chicos, sino también para los adultos que los acompañan. Si sentís que te cuesta encontrar ese espacio para vos, no estás solo. Desde el Centro de Psicoterapia Di Mauro Davrieux, creemos que pedir ayuda es parte del cuidado. Nuestro equipo está disponible para acompañarte a transitar estos momentos con herramientas y contención profesional.
A su vez, te invitamos a leer nuestro blog: “¿Quién cuida al que cuida? Estrategias para disfrutar las vacaciones sin burnout”, en donde compartimos recursos y reflexiones para atravesar este tiempo con mayor bienestar y equilibrio.
Artículo estrito y revisado por Lic. Amparo Martínez, integrante del Centro de Psicoterapia Di Mauro Davrieux.
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