Tolerancia: puente hacia el bienestar emocional
Aceptar la diversidad como camino a la salud mental
de Mag. Pia Apardian | 18 de noviembre de 2025
Vivimos en un mundo donde las diferencias están cada vez más a la vista: distintas formas de pensar, amar, creer o vivir. A veces, esa diversidad puede generar incomodidad o incluso conflicto, pero también puede ser una oportunidad para crecer.
Aprender a convivir con lo distinto (a mirar con respeto y empatía aquello que no comprendemos del todo) es una de las herramientas más poderosas para cuidar nuestra salud mental.
La tolerancia no significa estar de acuerdo con todo ni dejar de lado nuestras propias convicciones. Significa aceptar que el otro puede tener una mirada diferente y que eso no lo vuelve una amenaza. Es abrir un espacio interno donde las diferencias puedan existir sin necesidad de juzgar ni rechazar. Desde ese lugar, la tolerancia se transforma en un puente: une en lugar de separar, acerca en lugar de dividir.
Cuando practicamos la tolerancia hacia los demás, también aprendemos a ser más compasivos con nosotros mismos. Solemos ser muy exigentes: nos criticamos, nos comparamos, sentimos que deberíamos “poder con todo”.
Pero la tolerancia interna (aceptar nuestras limitaciones, reconocer que no siempre estamos bien, que no todo tiene que salir perfecto) alivia la mente y relaja el cuerpo. Nos permite respirar más livianos, sin tanto juicio y sin tanta autoexigencia.
La tolerancia también mejora nuestros vínculos. Nos ayuda a comunicarnos desde el respeto, a escuchar sin necesidad de convencer y a reconocer que detrás de cada postura hay una historia. Esa apertura genera relaciones más auténticas y, en consecuencia, una vida emocional más equilibrada.
Aceptar la diversidad no solo en el mundo, sino también en nuestro entorno más cercano, fortalece la empatía y reduce los conflictos.
Practicar la tolerancia no siempre es fácil. Implica cuestionar prejuicios, frenar reacciones automáticas y animarse a mirar más allá de lo conocido. Pero es un camino que vale la pena recorrer, porque cada paso hacia la comprensión nos aleja un poco del miedo, del enojo y del aislamiento.
Cultivar la tolerancia es, en definitiva, una forma de cuidar nuestra salud mental. Es elegir vivir con menos juicio y más comprensión, con menos tensión y más calma. Es permitir que la diferencia no sea una barrera, sino una oportunidad para conectar, crecer y sanar.
Si sentís que la intolerancia (hacia los demás o hacia vos mismo) te genera malestar o te impide disfrutar con plenitud, en el Centro de Psicoterapia Di Mauro Davrieux, te ofrecemos un espacio para explorar esas emociones y desarrollar una mirada más compasiva.
A veces, el primer paso hacia la tolerancia comienza por escucharnos.
Artículo estrito por Mag. Pia Apardian, integrante del Centro de Psicoterapia Di Mauro Davrieux.
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