Estrés y ansiedad: Cómo identificarlos y manejarlos:
Explicación sobre las diferencias entre estrés y ansiedad, sus síntomas y estrategias prácticas para gestionarlos.
by Di Mauro Davrieux| 13 Nov 2024
Estrés y ansiedad: Cómo identificarlos y manejarlos
El estrés y la ansiedad son reacciones naturales del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes. Sin embargo, cuando estas respuestas se vuelven crónicas, pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental y física.
Es importante aprender a diferenciar ambos conceptos para poder regularlos de manera efectiva, muchas veces los utilizamos coloquialmente como sinónimos cuando no lo son. El estrés, por ejemplo, es una respuesta a una demanda específica, como una fecha límite en el trabajo, mientras que la ansiedad es una sensación de preocupación o miedo más difuso y difícil de identificar, que puede persistir incluso cuando no existe una amenaza inmediata. Además, el estrés generalmente se trata de una reacción corta, relacionada con la necesidad de afrontar una situación, en la que sus síntomas desaparecen o disminuyen cuando el estresor finaliza, por ejemplo, entregamos el examen que tanto nos preocupaba. Por otro lado, la ansiedad suele ser de mayor duración y permanecer sin aparentemente nada que la desencadene, también suele relacionarse con situaciones futuras, anticiparse a lo que pudiera llegar a ocurrir.
En cuanto a los síntomas físicos, ambos se relacionan con dificultades en el sueño y de concentración, aceleración en la respiración y ritmo cardíaco. El estrés se diferencia al presentar otros síntomas como el temblor en los ojos, mareos y náuseas, irritabilidad, frustración y una sensación de estar abrumado. Mientras que la ansiedad, por su parte, se caracteriza por una preocupación excesiva, nerviosismo, palpitaciones, sudoración, sensación de pérdida del control y, en algunos casos, ataques de pánico.
El manejo del estrés y la ansiedad comienza con la identificación de sus fuentes. Algunas causas comunes incluyen la presión en el estudio o trabajo, problemas financieros, conflictos en las relaciones, y preocupaciones de salud. Una vez que se identifican estas fuentes, es posible desarrollar estrategias para regularlas. Este aspecto puede incluir la priorización de tareas, la delegación de responsabilidades, o la búsqueda de apoyo social o profesional.
A su vez, las técnicas de relajación son herramientas efectivas para regular el estrés y la ansiedad. La respiración profunda, la meditación y el yoga son prácticas que ayudan a calmar el sistema nervioso y a reducir la respuesta al estrés. Estas técnicas no solo son útiles en momentos de estrés agudo, sino que también pueden formar parte de una rutina diaria para mantener el equilibrio emocional.
El ejercicio regular es otra estrategia clave debido a que libera endorfinas, que son sustancias químicas en el cerebro que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Además, el ejercicio puede mejorar la calidad del sueño, que es crucial para mantener una buena salud mental.
Es importante también prestar atención a nuestra dieta, ya que lo que comemos puede influir en nuestro estado de ánimo y nivel de estrés. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y proteínas, proporciona los nutrientes que el cerebro necesita para funcionar de manera óptima. Evitar el consumo excesivo de cafeína y azúcar puede ayudar a prevenir picos de ansiedad y fluctuaciones en el estado de ánimo.
En resumen, aunque el estrés y la ansiedad son parte de la vida, no deben ser algo con lo que simplemente tengamos que lidiar. Con las estrategias adecuadas, es posible disminuir y sobrellevar estos síntomas, además de vivir una vida equilibrada y saludable. Es esencial ser proactivos en el cuidado de nuestra salud mental, reconociendo los signos de estrés y ansiedad y tomando las medidas necesarias para afrontarlos.
Artículo escrito y revisado por Daniel Davrieux| Director
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